Luego de tantas, dulces noches albirrojas
entre sábanas
desmadejados, y más tarde
por el ardor
reconstruidos;
Luego de cientos, de caminos estudiados
conversados
y por cierto
perseguidos
sin boceto, ni destino;
Luego de rostros, de parientes
y de amigos
sonrientes
y los hijos
desgranados, por los suelos;
Tú y tu bomba,
y el silencio.
Luego de miles, de vividas
a escondidas
ésas vidas, de los muertos
ésas muertes
repentinas;
Luego del baile, y de la fiesta
la caricia
bajo el vientre
y del gozoso
misterio que dio origen al Hombre;
Luego del alma entre los labios
tras la Historia, y el Tiempo
luego de los besos sincopados luego
de las hambres,
y de todas las pestes que disfrazamos en perfume;
Tú y tu bomba
y el silencio.
Luego de ti y de mí labrando la tierra al son de un himno entonado por esclavos.
Luego de nuestras rodillas gastadas de tanta reverencia y de nuestros ojos cansados del boato.
Luego del amor sentimiento sublime que invoca a lo eterno y que se vende por día.
Luego de los desterrados, mutilados, expatriados, que te amaron, y que por piedad imploraron.
Luego de que las palabras fueron grieta, hojarasca, gravilla y monumento.
Luego de lo puro, lo intangible y nauseabundo.
Luego tú;
Tu bomba
y el silencio.
entre sábanas
desmadejados, y más tarde
por el ardor
reconstruidos;
Luego de cientos, de caminos estudiados
conversados
y por cierto
perseguidos
sin boceto, ni destino;
Luego de rostros, de parientes
y de amigos
sonrientes
y los hijos
desgranados, por los suelos;
Tú y tu bomba,
y el silencio.
Luego de miles, de vividas
a escondidas
ésas vidas, de los muertos
ésas muertes
repentinas;
Luego del baile, y de la fiesta
la caricia
bajo el vientre
y del gozoso
misterio que dio origen al Hombre;
Luego del alma entre los labios
tras la Historia, y el Tiempo
luego de los besos sincopados luego
de las hambres,
y de todas las pestes que disfrazamos en perfume;
Tú y tu bomba
y el silencio.
Luego de ti y de mí labrando la tierra al son de un himno entonado por esclavos.
Luego de nuestras rodillas gastadas de tanta reverencia y de nuestros ojos cansados del boato.
Luego del amor sentimiento sublime que invoca a lo eterno y que se vende por día.
Luego de los desterrados, mutilados, expatriados, que te amaron, y que por piedad imploraron.
Luego de que las palabras fueron grieta, hojarasca, gravilla y monumento.
Luego de lo puro, lo intangible y nauseabundo.
Luego tú;
Tu bomba
y el silencio.
Foto por / by
David Lethei
Colección Poeticografías / Poetigraphy Collection
Colección Poeticografías / Poetigraphy Collection
Me ha encantado tu poema, David...el sentimiento, el ritmo de su lectura. Muy bien estructurado. Bello.
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