FALL IN AUTUMN
540 days off season
entry 6 – At the U
La
marea de estudiantes de todos los colores, vestimentas, tamaños y facciones nos
llevaba, de aquí para allá, mientras nos conducíamos por la “Bunfight” de la
Students Union. Ya habíamos hecho todos
los trámites de rigor, inscrito en cuanto portal, edificio, programa y lista
esperara nuestros nombres, asistido a las inducciones, obtenido las
credenciales, firmado los compromisos, hasta que por fin, ya estábamos ad
portas de iniciar nuestras clases. Cuatro años antes, cinco para Génesis y
otros miembros del grupo de chilenos que hasta ahí habíamos llegado, habíamos
iniciado un periplo similar 11560.4 kilómetros atrás, en Santiago de Chile.
Habíamos caminado, abrumados entre el tropel de trámites e inducciones, citas y
reuniones que nos habían permitido iniciar nuestros estudios de Pedagogía en
Lengua Inglesa en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación,
heredera histórica y legal del centenario Instituto Pedagógico de la
Universidad de Chile. Nos habíamos maravillado con sus añosos árboles, su tradición
y la memoria latente en cada uno de sus muros y rincones; habíamos descubierto su
carga histórica, sus estudiantes con sus panfletos políticos y recreativos, con
sus ventas de chucherías en los pastos, sus carretes vespertinos, sus pitos,
los completos, los Barros Luco y Barros Jarpa que podía uno comprar en alguno
de sus kioscos por una luca y media, su gente, amablemente chilena, cálida,
arribista, solidaria y doble estándar. También nos habíamos ido defraudando con
su entorpecedora maquinaria de procedimientos, anquilosada gestión financiera y
su abundante precariedad de recursos, elementos todos que, con el paso de los
años irían poco a poco mellando nuestra confianza para con la capacidad de la institución
de llevar adelante con propiedad la tarea que ella misma y la Historia le
habían asignado. Aun así, seguían postulando a ella cientos de estudiantes
ansiosos por hacer de Chile un mejor lugar a través de la herramienta
emancipadora de la educación, así como seguían egresando de ella cientos de
profesionales resilientes que con propiedad sentían que podrían hacer cualquier
cosa, por escasos que fueren los recursos, debido precisamente a que habían
aprendido a trabajar con la escasez. Politizadas desde las trincheras políticas
habituales, las sociedades de estudiantes eran escasas y, las que había, se
reducían a un disminuido y anónimo número. La principal, votada con el mismo
ejercicio democrático debilitado por la escasa participación con que se elegía
al Presidente de la República, movía sus deprivados recursos en pro de
actividades de acotada convocatoria, debido principalmente a la desidia característica
del chileno medio, más interesado en sus espacios personales que en lo público,
más bien dedicado a enriquecerse de manera privada, que a compartir y trabajar
desde lo social, produciendo instancias nuevas de interés común y crecimiento comunitario.
Lejos de lo comunitario como pudiere ser entendido desde la escasez, pero
infinitamente más comprometidos a participar en lo que se ha hecho llamar “vida
universitaria”, los estudiantes en Southampton están ansiosos por ser parte del
amplio espectro de posibilidades que la Universidad y la Students Union, su
asociación de estudiantes, está dispuesto y en capacidad financiera de
ofrecerles. Con más de 300 sociedades de estudiantes formadas y
autodeterminadas por los propios estudiantes integrantes, todas ellas amparadas
por los recursos y directrices de la Students Union, los recién llegados
tenemos la posibilidades de asociarnos a cualquiera (sino a todas) de las
diversas sociedades disponibles que van desde aquellas abocadas a labores
sociales como aquellas deportivas, pasando por sociedades de idiomas, magia,
filosofía, música, culturas del mundo, baile, folclor, entre muchísimas otras
que pueden dirigir sus esfuerzos a causas tan relevantes como reducir el hambre
en África o la contaminación medioambiental, a las conformadas con el mero afán
de reunirse a compartir un rato entre pares en torno a una taza de té e
historias de vida. La “Bunfight” es esa instancia única en la semana de
iniciados en la cual todas estas sociedades ponen sobre la mesa en una larga
feria repartida por varios edificios de la Universidad sendos stands con
panfletos, promotores, degustaciones, modelos, y demostraciones en pos de que
te les unas, de hacerte parte de una microcomunidad en una macrocomunidad en la
que todo parece estar pensado para que tu vida gire, realmente, en torno a la Universidad
y sus prerrogativas. Claramente, a años luz de lo que podría esperarse en
Chile, donde los recursos no parecen alcanzar, lo cosmopolita está aún en
ciernes, las ideas son entrampadas por
papeleos y la abulia parece dominar todas las esferas.
University of Southampton – Southampton
Fotografía/Photo por/by David Lethei
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