Bitácora poético/cletera...que es lo mismo ni es igual
Journal for poetry and cycling lovers ...that is the same yet it's not equal

martes, 4 de octubre de 2016

Fall in Autumn - 4th entry -

FALL IN AUTUMN
                     540 days off season

entry 4  Walking the river


                Te encuentras en la noche, caminando en las sombras, oyendo los automóviles presurosos pasar por la autopista bajo el puente que ahora cruzas. Te preguntas que ocurriría si saltases, si cayeres de repente y nadie nunca más supiese de ti. Te lo preguntas en voz baja, como para no oírte a ti mismo hacerte estas preguntas, y te apresuras a pasar para no darle tiempo a las ideas de cristalizar en acciones. Estás solo, y el peso de los días hablándote a ti mismo se va haciendo más patente a medida que pasan los minutos. No es tu lengua, te defiendes, pero no es tu lengua y extrañas ese reflejo que representa el otro cuando compartes el mismo código, el mismo idioma, la misma emoción;  esa conexión inexplicable que unos llaman amor y otros, complicidad. A pesar de que había salido con chaqueta para la lluvia todos los días previos, justamente en esta ocasión había decidido dejarla en la cabaña. Lo lamentaría cuando camino a Hedge End, en busca del adaptador eléctrico que me permitiría ocupar mi computador en Inglaterra, la hasta ahora leve llovizna se volviera un tanto más agresiva y decidiera empapar mi escaso abrigo. Siguiendo la recomendación del dueño de casa, había enfilado hacia el este, más allá de West End, en busca de un Parque Industrial donde podría hallar lo que tanto buscaba. Como ya se me había hecho familiar, hermosos parques flanqueaban la ruta condimentada por sendos pubs y tabernas inglesas dispuestas de tanto en tanto entre los habituales caseríos. Entre ellas, de pronto pude divisar el Aegeas Bowl dispuesto ahí, en medio de la campiña como si fuera parte de la misma lo cual contrastó duramente con mis memorias de casa en las que las autopistas y las grandes estructuras parecen rupturar los vecindarios, sin consideración alguna por los tránsitos peatonales ni la vista o comodidad de los vecinos. De hecho, me costaba asimilar que justo ahí, por los caminos por los que había estado deambulando los últimos días serpenteaban un río y una autopista como si hubiesen estado por siempre hermanadas, pasando desapercibidas ante la espesura del verdor, de los bosques, los prados y  la quietud de los pequeños cementerios mantenidos junto a las parroquias locales, justo junto a la puerta, bajo tu ventana y la llovizna. Los mismos pies, las mismas inquietudes, me habían llevado por los hermosos senderos bajo Cobden Bridge a internarme por la senda que sigue al río Itchen rumbo al norte. Donde uno podría pensar podría hallarse un botadero, o casas a medio derruir o tal vez un cierre perimetral que impidiese el paso peatonal como ocurre en Santiago y muchos otros lugares del mundo, en Southampton se habían dado a la tarea de recuperar cuanto sitio hubiese para instalar allí algún sendero para peatones o ciclistas. Cientos de kilómetros de parques interconectados por vías urbanas o semiurbanas por las cuales el turista como yo bien podía entregarse a recorrer o los vecinos a utilizarlos de patio trasero. Siguiendo esa lógica, Riverside Park se extiende paralelo al lecho del río, acompañando al ciclista, al pescador aficionado, a los navegantes de canoa y de bote afluente arriba, entre las orquídeas de río y el musgo verdoso, dejándose llevar por la suave corriente. Ahí se agrupan los amigos para compartir un partido de fútbol. Ahí familias enteras sacan a pasear a sus perros. Ahí los que corren mejoran sus tiempos. Ahí los amantes se encuentran a compartir un beso bajo un sauce llorón. Ahí me vi caminando nuevamente, escuchándome a mí mismo balbucear en inglés, pensando en cuánto me hubiese gustado compartir la ruta contigo, tu mano, tus ojos. La soledad es esa certeza que llevamos todos a cuestas y que de tanto en tanto se pronuncia demasiado definitiva, demasiado real y rotunda. La soledad es ése sentimiento personal y autóctono. La certeza de que siempre, de una manera u otra, estaremos solos en la corriente.  



Riverside Park – Southampton

Fotografía/Photo por/by David Lethei


3 comentarios:

  1. Me desvelan los cuentos por contar. Los esperaba, y todavía los espero..

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  2. soledad... hasta que punto?
    si en un pedazo de nosotros llevamos a aquellos que nos han marcado...
    acompañados de un recuerdo, un sentimiento en común que une a pesar de la distancia.

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    Respuestas
    1. Tan cierto como que nunca estamos completamente solos,
      ni tampoco acompañados.

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