Bitácora poético/cletera...que es lo mismo ni es igual
Journal for poetry and cycling lovers ...that is the same yet it's not equal

viernes, 16 de diciembre de 2016

Fall in Autumn - 13th entry -

FALL IN AUTUMN
                     540 days off season


entry 13  International Bus (or Chasing Autumn)

                
              203 días antes de llegar a Southampton, cuando el otoño en el hemisferio sur comenzaba a hacer caer las hojas y los calores del verano ya iban en franca retirada, yo debía decidir si postularía para viajar hacia Estados Unidos, Australia, Canadá o el Reino Unido. Dejando de lado los parámetros académicos de la respectiva institución de destino a la que eventualmente sería adscrito, mi inclinación natural siempre había sido hacia Inglaterra. Más allá de por criterios mercantilistas y/o publicitarios, de esos que nos venden para preferir una opción a otra, mi criterio principal para tomar dicha decisión sería la cuasi certera posibilidad de hallar en Gran Bretaña una amplia variedad de nacionalidades distintas con las que compartir, de las que aprender, y a las que enseñar. No me equivocaría. Ya fuere por su cercanía con Europa, el ser parte del llamado “Primer Mundo”, o su inflado prestigio internacional en materia académica, Inglaterra goza de ser uno de los principales destinos para el desarrollo académico de muchos estudiantes provenientes de las más diversas latitudes.  Además de la enorme presencia extranjera ya residente en el sur del país, que comprende nacionalidades tan disímiles como la turca, la indonesia o la brasileña, Southampton, en su calidad de ciudad universitaria, recibe miles de estudiantes extranjeros cada semestre, los cuales enriquecen con sus respectivas culturas el patrimonio cultural local y viceversa. Es así como, ya fuere en un cotidiano viaje en alguno de los buses locales que conectan los distintos barrios con el campus principal, como en algún seminario, clase teórica o sociedad estudiantil, uno puede hallarse compartiendo con personas provenientes de Japón, Polonia, Marruecos o Ecuador, por nombrar sólo algunos en un variadísimo espectro. Este bus internacional que nos ha llevado a desplazarnos cientos de miles de kilómetros bajo ideales comunes de integración y aceptación, nos ha llevado a mí y a Danielle hasta Bristol, a recorrer sus calles mientras interactuamos sobre su cultura alemana y la mía chilena. Me ha permitido conocer los paisajes de Bangladesh viajando a Bath junto a Arefin, y las peculiaridades históricas de India junto a Attman mientras subíamos el Arthur´s Seat en Edinburgo. Me ha conectado a Hasan con quien, hablando de la inoperancia de los jugadores del Inter, también hemos podido lidiar con las vicisitudes de su hereda paquistaní; y me ha permitido ofrecerle mi hombro a la portuguesa Mariana, cansada en su regreso a Portsmouth luego del matutino viaje que nos llevare a Windsor. Hemos podido compartir hasta la madrugada en torno a un juego de cartas, riéndonos en el mismo idioma con la rusa Milena y el ucraniano Yurii, y subir y bajar los acantilados de la Isle of Wight con el malasio Eugene. Yifan nos ha compartido sus galletas chinas mientras planeábamos una presentación sobre Vygotsky, y la griega Giota nos ha hecho probar su mano repostera a mí y mis compañeros de piso. Desde Hungría Csenge nos ha compartido su gusto por “Game of Thrones” y las montañas que la esperan en casa, y desde Kenia Chinwe nos ha regalado más de una sonrisa al pasar. Un bus internacional que nos ha llevado a compartir con Paloma, natural de España, y con Alessa, directo desde Italia y hasta el corazón de Escocia. Y por supuesto Linus, James y Arshad, y la multitud de otros jóvenes ingleses dispuestos a tender la mano como lo haría Abbie al ayudarme con la lavandería cuando la ropa sucia se acumulaba en el canasto. 100 días después de llegar a Southampton, el otoño que he ido persiguiendo desde el hemisferio sur al hemisferio norte me ha brindado la compañía de muchísimos nombres, historias y lenguas. Un bus internacional con el cual no sólo hemos podido viajar sino también hacer viajar a otros, maravillados ante mis relatos sobre Rapa Nui, el desierto de Atacama, la Patagonia y el mote con huesillos. Un abanico de historias que me acompañará cuando ya haya huido del advenimiento de la primavera en Inglaterra, en pos de los fríos recién nacientes en el hemisferio sur en lo que habrá sido el viaje y el otoño más largos de mi vida; 540 días fuera de estación donde las doradas hojas no habrán parado de caer, y las hermosas experiencias no habrán dejado de brotar.




Autumn – Southampton

Fotografía/Photo por/by David Lethei

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